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"El TOQUE bajo fuego: la represión transnacional del castrismo"

Desde la Redacción de #CubaHoy

La reciente campaña de amenazas contra el medio independiente El TOQUE confirma lo que periodistas y ciudadanos han denunciado durante años: el régimen cubano ha decidido extender su represión más allá de las fronteras nacionales, criminalizando la labor informativa y persiguiendo a quienes se atreven a contar la realidad de la isla.

El programa oficialista Razones de Cuba, brazo propagandístico de la Seguridad del Estado, expuso nombres, rostros y supuestos datos personales de 18 integrantes del equipo y varios excolaboradores. Con ello no solo vulnera la privacidad y seguridad de profesionales, sino que construye un relato de “enemigos internos” destinado a justificar la persecución. La amenaza de extradición o encarcelamiento inmediato si regresan al país marca un salto cualitativo en la intimidación: el castrismo pretende desterrar de facto a periodistas que solo han cumplido con su deber.

Este ataque ocurre en medio de una crisis extrema: apagones prolongados, desabastecimiento generalizado y una epidemia silenciada por las autoridades. La maniobra busca desviar la atención pública y reforzar el discurso de “guerra cognitiva”, un recurso desgastado que intenta presentar el periodismo independiente como amenaza a la seguridad nacional. En realidad, lo que realmente amenaza al régimen es la verdad.

La respuesta de El TOQUE ha sido firme: denuncian la “escalada de agresiones” y aseguran que el miedo no detendrá a quienes siguen informando. Recuerdan que varios de los nombres divulgados ya no forman parte del medio, y que incluso difundieron datos falsos sobre personas que jamás han estado en los países mencionados. La intención es evidente: sembrar confusión, intimidar y aislar.

La represión ya no se limita al territorio cubano. El acto de repudio organizado en Ciudad de México contra su editor jefe demuestra que la maquinaria de hostigamiento intenta internacionalizarse. Desde la Plaza de la Revolución el mensaje es inequívoco: “no podrán regresar a Cuba”. Pero la declaración del medio lo resume con dignidad: “Regresaremos el día en que sea libre nuestra patria”.

La persecución contra El TOQUE es un síntoma de la desesperación de un sistema agotado. Incapaz de ofrecer soluciones a la crisis económica y social, el castrismo recurre a criminalizar el periodismo como último recurso para sostener su relato oficial. Pero cada amenaza revela su miedo: miedo a la verdad, miedo a la memoria, miedo a un pueblo que ya no cree en discursos vacíos.

El periodismo libre es hoy más necesario que nunca. Frente a la censura y la intimidación, medios como El TOQUE siguen siendo una grieta luminosa en el muro de la dictadura. Y esa luz, por más que intenten apagarla, continuará revelando las fisuras de un poder que se derrumba.

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Imagen elTOQUE