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"¡Indignante destierro de una presa política cubana!"
La opositora y miembro de las Damas de Blanco, Aymara Nieto Muñoz, fue desterrada a República Dominicana este lunes después de más de ocho años en prisión por su activismo contra el régimen cubano. Llegó a Santo Domingo acompañada de su esposo, el ex preso político Ismael Boris Reñí, y dos de sus hijas menores, pero sin poder despedirse de su hija mayor, a quien las autoridades impidieron salir de la Isla. La activista fue trasladada directamente desde la Prisión de Trabajos Forzosos Bella Delicia hasta el aeropuerto, en un operativo que incluyó el bloqueo de comunicaciones a su familia. “Esto no tiene otro nombre que el destierro”, denunció en redes sociales la opositora María Regla Castro.
Organizaciones como Prisoners Defenders habían advertido que el régimen cubano condicionó la libertad de Nieto a su salida definitiva del país. La opositora cumplía su segunda condena consecutiva: en 2022 fue sentenciada a cinco años y cuatro meses por supuestos “desórdenes” durante un motín en la cárcel del Guatao en 2020, justo cuando estaba por terminar una condena previa de cuatro años por “atentado” y “daños”. Estos procesos fueron denunciados como manipulados por la Seguridad del Estado, consolidando casi una década de encierro injusto.
Durante su reclusión, Nieto sufrió graves problemas de salud, incluyendo depresión, hipertensión y dengue, además de largos traslados que la alejaron más de 600 kilómetros de su familia. Esto le impidió ver a sus hijas menores durante años. En 2022, su esposo denunció que no recibía atención médica adecuada en prisión. Su caso es una muestra clara del patrón represivo del régimen cubano contra voces disidentes, que utiliza el encarcelamiento y el destierro como castigos ejemplarizantes.
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