#CubaHoyAnalisisYOpinion

“Juventud en fuga: Las drogas como escape en la Cuba del colapso”

Desde la Redacción de #CubaHoy

La juventud cubana se encuentra atrapada en un laberinto sin salida. En un país donde la esperanza escasea más que el pan, las drogas han comenzado a ocupar el lugar que antes tenían los sueños. Esta realidad, aunque incómoda, es cada vez más visible y alarmante: los jóvenes cubanos están recurriendo al consumo de sustancias como una vía de escape ante una crisis profunda, estructural y, para muchos, irreversible.


La crisis cubana no es una noticia nueva, pero lo que sí es nuevo y dolorosamente evidente, es el impacto directo que esta decadencia tiene sobre la salud mental y emocional de las nuevas generaciones. La falta de oportunidades, la pobreza sistemática, la inflación, los apagones, la represión y la escasez crónica de alimentos, medicinas y productos básicos están creando un terreno fértil para la desesperanza. Y donde crece la desesperanza, crecen también las salidas falsas.


En este contexto, las drogas no son solo una sustancia. Son un símbolo de ruptura, una forma de anestesiar el dolor de vivir en un país donde no se vislumbra futuro. Jóvenes de barrios marginales, estudiantes sin horizonte, trabajadores desmotivados, todos comparten una sensación de vacío existencial que los empuja al consumo de psicofármacos, marihuana, el químico, alcohol en exceso o drogas sintéticas de bajo costo.


 "La combinación de varios factores agudiza este fenómeno":


Desintegración social: Las familias están fragmentadas. Muchos padres han emigrado o están demasiado ocupados sobreviviendo para prestar atención a los hijos.


Colapso institucional: Las escuelas, lejos de ser espacios de formación y contención, reproducen el mismo sistema cerrado y sin sentido.


Ausencia de futuro: No hay movilidad social. El esfuerzo personal rara vez se traduce en mejora de vida.


Acceso informal a sustancias: A pesar del discurso oficial, las drogas se consiguen con relativa facilidad en las calles de muchas ciudades, y la venta ilegal de medicamentos controlados se ha vuelto una alternativa económica para algunos.


El fenómeno también tiene una arista silenciosa: la salud mental. La depresión, la ansiedad, la frustración y el trauma no son tratadas adecuadamente. En una isla donde conseguir un ansiolítico requiere contactos y favores, muchos acuden al mercado negro o a soluciones caseras peligrosas. No hay campañas de prevención efectivas, ni espacios reales de diálogo donde los jóvenes puedan canalizar sus emociones.


Hablar del consumo de drogas en la juventud cubana no puede desvincularse de hablar de la crisis general del país. No se trata simplemente de una moda o de una desviación social, como algunas autoridades insisten en señalar. Se trata del reflejo más humano y más crudo de una sociedad rota, donde para muchos, drogarse es más fácil que seguir luchando.


¿La solución? No hay recetas mágicas. Pero sí hay una certeza: mientras Cuba siga siendo un país sin futuro, donde la juventud no pueda desarrollarse con libertad, con opciones reales y con dignidad, el problema del consumo de drogas seguirá creciendo. Ignorarlo solo empeorará las consecuencias.

Es hora de abrir los ojos y entender que, si la juventud se droga, no es por rebeldía. Es por supervivencia.


#CubaHoy #JuventudCubana #CrisisCubana #DrogasEnCuba #CubaSinFuturo #CubaEnCrisis #SaludMentalCuba #EscasezCuba #RealidadCubana #DesesperanzaJuvenil #SociedadCubana #VivirEnCuba




Comentarios

Entradas populares de este blog