Lo dijo… 

Félix Varela, el primero que nos enseñó a pensar. Y retrata la situación actual de quienes contra toda lógica siguen defendiendo al régimen en Cuba y otras latitudes, actitud común a una izquierda que se niega a reconocer que ha sido engañada durante más de seis décadas:

Recuerda el hombre desgraciado la serie de sus sufrimientos sin que le causen nueva pena, y aun causándole placer por serle honrosos; más nunca recuerda sin rubor la historia de sus ilusiones y de los engaños de que ha sido víctima. Válese pues la soberbia humana de todos los medios posibles para ocultar esas pruebas de su debilidad, que tanta deshonra le causan, y no siendo posible ocultar los hechos se hace preciso desfigurarlos. 

Este es el origen de lo que podemos llamar obstinación política, por la cual procuran los hombres llevar adelante sus ideas aun cuando perciben que son equivocadas, y sin cuidarse del bien de los pueblos, sólo atienden a la gloria de su nombre. (…).

Ya percibirás la tendencia de mis observaciones, conociendo que el más cruel de los despotismos es el que se ejerce bajo la máscara de la libertad; (…).

Cartas a Elpidio, Carta Segunda, Editorial Cubana, Miami, 1996, pág.38-39

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